En el intestino se asienta uno de los sistemas inmunitarios más eficientes y a la vez más complejos de nuestras defensas frente a agresiones moleculares. El mismo aloja el 90% de la inmunidad total del organismo; el sistema inmunitario intestinal sería la parte más extensa y compleja del sistema inmune. Cuando hablamos de permeabilidad intestinal aumentada, síndrome del intestino agujereado, nos referimos a la pérdida de la integridad física y funcional del mismo, de ella depende que los nutrientes sean absorbidos correctamente y que las moléculas tóxicas o antigénicas que puedan causar patologías no sean absorbidas. A nivel intestinal existen diferentes tipos de células, las cuales se encargan de que el sistema digestivo pueda cumplir las funciones de llevar las sustancias desde la luz hacia la sangre. Si existen fallas, por ejemplo a nivel de los enterocitos (células) se produce pérdida de las uniones estrechas, por lo cual se separan dichas células, por lo tanto entran las bacterias, virus, toxinas, proteínas lo cual desencadena la cascada inflamatoria que afecta a nivel sistémico. La sintomatología característica de éstos cuadros digestivos serían: dolor abdominal, distensión y estreñimiento, flatulencias, alternancia del tránsito intestinal.
Es importante ver la historia del paciente, indagar en el tránsito digestivo, parto, vaginal/cesárea, ya que los nacidos de ésta última manera son más propensos de padecer intestino permeable, dado la menor carga de bacterias saprofitas en su intestino, dado que se adquieren por el canal de parto. Cómo fue la introducción alimentaria, paso a paso y evaluar tolerancia/intolerancia al gluten. Sumado a ello pueden existir sintomatología en otros sistemas como ser a nivel mental, piel, y otros. La patogénesis es el denominador común en las enfermedades autoinmunes con la presencia de varias condiciones preexistentes que conducen al proceso de autoinmunidad. La predisposición genética y la pérdida de la función protectora de la barrera mucosa, que interactúan con medio ambiente, son necesarios para autoinmunidad a desarrollar. La disbiosis intestinal “síndrome de Leaky Gut” serìa tambièn el producto de múltiples tratamientos antibióticos recibidos.
La desnutrición y disbiosis favorecen las infecciones, al presentar éstas últimas el metabolismo es catabólico, en éste momento los requerimientos son mayores, hay que aumentar los aportes y suplementos. El estrés crónico es un inductor de la pérdida de la barrera intestinal y factor de exacerbación de muchas enfermedades. El estrés físico y psicológico puede inducir una variedad de cambios en el tracto digestivo, como alteraciones de la motilidad, permeabilidad y mayor secreción de iones y fluidos. El estrés crónico agudizado por un estilo de vida modificado, induce cambios en la barrera intestinal, con un incremento de la permeabilidad intestinal.
¿Cómo podemos revertir ésta situación?, mejorando la permeabilidad intestinal
Prebióticos/Probióticos
La microbiota puede alterar el comportamiento, si la manipulamos se podrán modificar factores de riesgo. En las primeras etapas de la vida, la microbiota puede afectar el cerebro y el comportamiento en la vida adulta. Por ello la manipulación de la microflora tiene un impacto importante en el tratamiento de las enfermedades mentales. Los prebióticos son nutrientes no digeribles que estimulan el crecimiento de varios microorganismos del colon, serían los probióticos, que actuarían para promover salud y el bienestar del huésped. La dosis indicada variará en adultos/ niños y de la sintomatología y/o enfermedades que presente el paciente.
Es importante enfocarse en la alimentación y ejercicio, buscando tener momentos de recreación.
El estrés, la ansiedad, el miedo, la carencia de sentido, también producen una bioquímica que termina acidificando el medio interno. Dentro de la nutrición, los alimentos que acidifican son aquellos que poseen mucho fósforo, cloro y azufre. Las proteínas de origen animal alimentadas a feedlot ya sean de carnes rojas, blancas, la leche o los huevos. El azúcar de los dulces como también el azúcar de las frutas muy maduras, ya que cuanto más madura, es más ácida y dulce. Los hidratos de carbono refinados(arroz blanco, pastas de harinas blancas, pan blanco) las gaseosas en general (especialmente acidifican el cuerpo por el azúcar y gas anhídrido carbónico de las burbujas), el alcohol, el café y fundamentalmente el tabaco. Además están los tóxicos que acidifican y que están dentro de los alimentos, los pesticidas, colorantes, conservantes y saborizantes.
La dieta que se ha comprobado que existe en los pueblos centenarios como Okinawa es una dieta con alto contenido de vegetales y frutas, con abundante pescado entre crudo o cocido con soya fermentada de tipo nato, miso, tempeh, alimentos ricos en calcio como las algas (alta en yodo) consumiendo té verde y té negro, de promedio 8 a 12 vasos de agua al día. No consumen ni azúcar, ni lácteos. Ellos tienen una frase que es el Hara Hachi bu: “dejar de comer antes de saciarse”, es lo que hoy conocemos como restricción calórica aunque no estricta. Practican ejercicio juntos, actividades al aire libre… Parece ser que la actividad social es un factor de protección frente a las enfermedades crónicas y que alarga la vida,
El Dr. Barry Sears a promulgado hace más de dos décadas, una dieta antiinflamatoria, mantenerse en la zona, una forma científica de prevenir enfermedades y mejorar el rendimiento físico y mental. Predomina la acción de omega 3 y disminuye omega 6 (pro inflamatorios). Es pobre en hidratos de carbono y rico en fibras e incluye antioxidantes. Comer más productos vegetales que animales, consumir al menos una vez día productos proteicos, frutos secos y semillas, sin hacer muchas combinaciones que podrían ser indigestas. Consumir frutas de temporada, preferentemente las frutas rojas, berries (alta en antioxidantes/baja glúcidos), nada procesado si preparado de una manera artesanal, preferencia alimentos crudos y al vapor. Dieta rica en pigmentos naturales de frutas y verduras, rica en semillas germinadas, carnes de pastizal, huevos orgánicos y pescados de aguas profundas.
La alimentación es clave, “el que no tiene tiempo de cuidar su alimentación, algún día tendrá que tener tiempo, dinero y paciencia para cuidar su enfermedad”
El ejercicio es muy efectivo ya que estimula el metabolismo mitocondrial (biogénesis mitocondrial), da energía. Dicho ejercicio se puede hacer en rutinas de aceleración metabólica (HIIT) combinado con ejercicio mente-cuerpo, la meditación, ejercicio de relajación (yoga, Tai Chi, Pilates, Mindfulness) reparan por medio de la respiración y así bajamos el estrés. Buscar un sueño reparador 6-8 hs en adulto, que no tenga despertares. Insistiendo en éste último tema, el manejo del estrés es fundamental, el cuál está siendo puesto a prueba en éstos momentos. Existen minerales, aminoácidos, fitoterapia que ayudan a regular el sueño. La medicina antienvejecimiento se basa en la detección precoz de enfermedades, integrando herramientas de medicina predictiva para la prevención generalizada y focalizada de enfermedades, teniendo como objetivos el incremento de la longevidad y esperanza de vida, así como la mejora de la calidad de ésta.
Por: Dra. Eulalia Latorre
Médico cirujano de la Universidad de la República en Montevideo, Uruguay. Posee revalidación de su título en Chile como médico cirujano, y cuentan más de seis años de experiencia en medicina estética. Es miembro de American Society for Laser Medicine & Surgery,Inc (ASLMS). Master en Medicina Antienvejecimiento y Longevidad Universidad de Barcelona.
Doctora en Medicina, egresada de la Universidad de la República (Uruguay), está especializada en Clínica Estética y Reparadora avalada por AMA (Asociación Médica Argentina). Cuenta con formación y certificación en laserterapia ASLMS (American Society for Laser Medicine & Surgery, Estados Unidos).
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