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Columna de MARÍA ISABEL MUÑOZ

Directora del board de FOCCO, la Cámara de Comercio Asia Pacífico y la Fundación Comunidad para el Desarrollo Sostenible. Profesora de ANEPE y Directora de Empresas.

PROPÓSITOS: AL CIERRE O ADVENIMIENTO


El tiempo, de ser observado como una fuerza gravitacional sería simplemente irreducible, pues este sólo fluye y se expresa de manera inevitable. Así transcurrieron otros 365 días de nuestras vidas, entre avatares domésticos y propios del sistema financiero y económico mundial. Vimos calculados movimientos de ingeniería política y estratégica al más alto nivel. Un tiempo de eclosiones de cambio climático, y a la vez de masivos desplazamientos migratorios, amenazas de nuevos estallidos pandémicos, un mundial de fútbol eclipsado por manchas de aparente corrupción, el duelo de la Mancomunidad ante la partida Isabelina y una guerra solapada entre grandes potencias sin fronteras de paz, dando cuenta que ha sido claramente un año intenso y complejo para el mundo.


Casi al cierre del año 2022, se acerca también el momento de las grandes fotografías, aquellas que nos permiten observar en perspectiva para analizar, comprender e integrar objetivamente el paisaje y cada uno los momentos construidos y vividos. Así las cosas, parece acelerarse el tiempo de la corrección e integridad por sobre la impunidad y las verdades aparentes.


Como si las piezas se fueran lentamente acomodando en una década que recién inicia, nada se puede dar por sentado. Los cambios permanentes nos indican una ruta clara, donde radica la necesidad de repensar lo tradicional y añejo, innovar y escalar en los modos y formatos para asegurar la sostenibilidad, apostando a formas distintas de generar valor e integración, entramado donde sólo caben la colaboración, la inclusión, la generosidad y el desapego, aplicado por cierto para expertos y profanos, gobernantes y gobernados, pues en los sistemas complicados necesitamos encontrar la mejor solución, pero operando en sistemas complejos se requieren soluciones factibles y replicables en tiempo real.


Al parecer, la vida sólo desea avanzar, y aunque algunos se opongan es imposible detenerla, o intentar contenerla e interferir con su necesidad fundamental de expresarse. Llegó el momento de escuchar el propósito evolutivo y de empujar mejores propósitos tanto individuales como corporativos, pues cuando una organización de verdad vive desde su propósito, no existen fronteras ni menos aún competencia.


Por ello es tiempo de hacer realidad los sueños, encontrarnos o reafirmar nuestros viejos o anhelados propósitos, en la forma de autodeclaraciones íntimas pero a la vez descarnadas respecto de lo que nos apasiona o gustaría, con claridad del por qué de cada “salto” y cómo nos podríamos acercar a estos estados deseados, si obra en ello la buena fe, y el viaje se sustenta en principios de legítimo autodesarrollo, realización y bien común.


El mundo más que nunca necesita de esperanza y el surgimiento de una nueva generación de líderes, influyentes y no influyentes, pero incumbentes para encauzar el devenir de un futuro que de seguro nos pondrá a Todos(as) a prueba.

¿Estáis preparados?...


Bienvenidos a la Era de Acuario

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