top of page

Columna de MARÍA JESÚS RETAMAL

Trabajadora social. Magister en RRHH. Agilista. Más de 15 años de experiencia en el área de RRHH. Coach Ontológica. Emprendedora, socia fundadora de Organika- Cosmetics. Actualmente especializándose en Health coach y ayurveda.


CERREMOS LOS OJOS Y ABRAMOS EL CORAZÓN.

Sin duda alguna los últimos dos años han sido, para muchos, tiempos de reflexión, de cuestionamientos y de cambios, particularmente me comencé a hacer preguntar en relación con mi trabajo, al lugar en donde vivía, a cuestionar las relaciones interpersonales que sostenía en ese minuto, a mi rol como madre. Fueron muchas preguntas que comenzaron a nacer en mi y que me hacían sentir incomoda y muchas veces vacía.


Sentía que necesitaba HACER algo para dejar de sentirme así, centraba la solución de ese sentido de propósito en movimiento, en la acción. Y comencé a “hacer”, a buscar la sanación en tener claro que es lo que quería para mi vida, en tener resuelto en una frase la que yo quería e ir a por ella. En una autoexigencia desmedida por ser eficiente, incluso en medio de mi crisis existencial, quería ser eficiente, rápida, llegar a ese estadio de plenitud lo antes posible. Y mientras escribo, no deja de asombrarme la fuerza que tienen estos valores y discursos culturales en mí, y lo más probable, en muchos de nosotros (hombre y mujeres).


Nos encontramos en un mundo en donde han primado los valores de la inmediatez, de la eficiencia, de la competición, y aquellos como la paciencia, la vulnerabilidad y la quietud son vistos como negativos y mediocres. Como dice Julio Olalla, creador del coaching ontológico, “La modernidad nos ha traído grandes beneficios, muchísimos avances, pero también nos ha castrado enormemente y nos ha desligado de nuestro SER, de nuestra esencia”.


Es difícil atravesar el proceso de desaprender, porque no queremos darnos cuenta de que todo lo que por mucho tiempo creímos como verdad, tal vez no sea cierto. Dejando en evidencia que tal vez defendimos algo en lo que hoy no creemos. Nos hace cuestionar-nos.⠀⠀⠀

Pero creo que justamente es ese constante soltar y hacer lugar para lo nuevo lo que nos mantiene en movimiento, lo que nos permite integrar y continuar. Desaprender todas esas creencias y condicionamientos, todas esas verdades que marcaron nuestra manera de ver el mundo, de pensar, de juzgar, de sentir, de actuar, en definitiva, de todo lo que nos constituye como personas.

Todo eso que nos hizo dejar de creer en el poder que reside en cada uno de nosotros, y buscar encajar en un mundo comandado por el HACER, cuando en realidad todo fluye y confluye cuando logramos conectarnos con nuestro SER, todo comienza a ser más bello cuando viene de dentro hacia fuera y nunca al revés. ⠀⠀⠀


Desaprender la falsa creencia de que el empoderamiento vendrá de algo o de alguien, externo a nosotros.


Debemos comenzar a cerrar nuestros ojos y abrir nuestro corazón.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀

bottom of page