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Columna de KARIN BRENNER

Directora Consejera de la comunidad Mujeres INfluyentes Chile.


El CORDON UMBILICAL LA UNIÓN MÁS IMPORTANTE Y RECICLABLE QUE EXISTE EN LA VIDA


Al escuchar la palabra MAMÁ, se vienen a mi cabeza millones de imágenes, desde la publicidad de alguna salsa de tomates, una mujer apurada tratando de cumplir con su trabajo para llegar a tiempo al colegio, un beso mojado, un castigo incomprendido y mil destellos más. Son tantas cosas encarnadas en un solo ser, que se me hace difícil sintetizarlas.


Esas dos sílabas son capaces de mover el mundo, de cambiarlo todo.


Si me preguntaran, diría que:


Tener un hij@ lo cambia todo; cambia tu cuerpo, tu corazón, tus prioridades, tus pensamientos, y el solo pensar que un nuevo ser está viviendo dentro de ti, hace que también tu mente se transforme en una máquina de sueños, esperanzas y planes. Tus labios suben involuntariamente, formando una genuina y amorosa sonrisa que a veces compite con tus ojos perdidos, sintiendo miedo y rogando estar a la altura.


Es una sensación tan mágica, de tanto amor, de tanta fuerza, que realmente te sientes con super poderes. Ese vínculo lo puede todo, puedo dar fe!


Es que ser mamá es una experiencia maravillosa, emotiva, poderosa y, por lo tanto, como todo lo bueno, lo que vale la pena, cuesta…


Creo que al ser mujer tenemos un instinto protector, en nuestro ADN todas somos madres.


Estamos siempre preocupadas queriendo cuidar y proteger a todos; tal vez por eso mismo nos metemos en relaciones complejas … pero ese ya es otro tema.


Hay mujeres tan impactantes que son capaces de ser mamá de todos sin tener hijos biológicos. Su entrega es tan gigante, que logran de una manera magistral no solamente cuidarnos, sino visibilizar con dulzura nuestras carencias para que otras heroínas sigan protegiendo a la manada. Hablo de casos como el de Gabriela Mistral, quien además de encarnar todo eso, forjó generosamente un camino que hasta hoy es transitado por muchas mujeres del mundo de las letras. Y como ella, tantas …


Tenemos ese instinto primitivo, el mismo que nos impulsa defender a los más débiles, ese mismo instinto creo que es el que nos hace ser juzgadoras y críticas, sobre todo con nuestras pares. Tal vez sea para preservar la especie.


En tan 100% reciclable esta unión, que transita distintas etapas y diferentes vivencias.


En la primera fase somos la contenedora, para luego ser enfermera, chofer, pañuelo, policía, bruja, maestra-alumna, alumna-maestra y tutora responsable de lo más valioso del universo para siempre.


Con los años va cambiando de ser una relación totalmente dependiente, a ser cada vez más autónoma, cosa que en cierto momento hace que te sientas como si te hubiesen jubilado antes de tiempo.


Se vive un vacío una nostalgia de ser necesitada, buscada ….


Pero este lazo es tan fuerte que se reinventa, haciendo que cumplas otros roles y acompañes de otras formas.


Hay muchos sentimientos involucrados, muchas expectativas por ambos lados, sobre todo mucho amor … no siempre demostrado, por motivos de crianza, apuro, cansancio o pudor.


Hoy como hija quiero agradecerle a mi mamá su esfuerzo, su cariño y decirle que la quiero y que valoro hoy mucho más su dedicación y entrega, después de vivir por mí misma la desafiante experiencia de ser madre.


Y a mis hijas que las adoro, que están en mi corazón siempre, que somos como una montaña rusa, con momentos más calmos y otros más movidos, pero que al final del recorrido siempre viene lo mejor y más esperado… un eterno y apretado abrazo.





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