Ingeniera Civil Industrial, especializada en la innovación corporativa, trabajo en equipos multi-disciplinarios, gestión y liderazgo. Con gran interés en el fortalecimiento de la cultura de innovación de las corporaciones y el constante aprendizaje e implementación de nuevas metodologías, para obtener nuevos productos y servicios que generen mayor valor a los clientes internos y finales, fortaleciendo la participación y desafiando al ecosistema. Primera generación Embajadoras Women in Energy WEC Chile, Mentora UDD, tutora programa dLab 2020 UDD y expositora en temáticas de género e Innovación.
APRENDIZAJES DE TIEMPOS INCIERTOS
Me cuesta proponer un tema más interesante sobre el cual reflexionar, que lo vivido durante este 2020. Uno de los años más desafiantes, por el nivel de incerteza y cambios en todas las estructuras que conocía y me acomodaban. Lanzándome a uno de los procesos creativos más intensos y transformadores que recuerde.
Nuestra forma de trabajar cambió, no solo para los que llevamos meses teletrabajando, sino que también respecto a la forma de operar de quienes han estado en terreno. ¿Existirá alguna persona que no haya cambiado en nada su vida laboral?
Esto llevó a gran parte de las empresas y equipos a cuestionarse si lo que hacían antes era suficiente o necesario hoy, a analizar los procesos y protocolos. No solo cambiaron sus tareas diarias y metas anuales, sino que tuvieron que colaborar con áreas más demandadas, generando equipos interdisciplinarios, hasta reformular roles más flexibles e integrales. Pero lo más destacable es que vivimos este proceso de revisión y adaptación a lo nuevo desde las preguntas, en grupo y con mentes flexibles, es aquí donde yace la verdadera riqueza. Fue la incerteza quien llegó para recordarnos el potencial creativo que tenemos muchas veces olvidado en lo práctico y predecible de nuestro día a día.
En lo personal también todo cambió. El protegernos nos llevó al centro, a los núcleos familiares que hemos creado, incluidos quienes vivimos solos. En el espacio físico en que vivimos, tuvimos que idear formas de trabajo, convivencia y distracción, sin cambiar el escenario. Algunos tomaron ese libro pensado para las vacaciones, otros aprovecharon estudios online para adoptar nuevos conocimientos o habilidades que tenían en mente para el futuro y, los que viven con niños, idearon maneras para evitar que el encierro los lleve al caos.
En este camino, de seguro muchos vivieron la experiencia de co-crear su nueva realidad, reformular, soltar e incorporar hábitos y vínculos, compartir buenas prácticas, pero principalmente autoanalizarse en cómo estábamos viviendo. Dejamos de soñar en qué haríamos cuando esto se termine, entregándonos al proceso y al ahora. Les aseguro que este año para muchos no será perdido ni menos olvidado. Al contrario, este 2020 será recordado por forzarnos a cambiar de manera creativa y llenarnos de aprendizajes trascendentales para el futuro, sin importar cuan incierto este sea.
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