Columna de JACQUELINE DEUTSCH
- Fabiola Olate Sagredo
- 16 jun
- 2 Min. de lectura
Psicóloga clínica y autora de El viaje adolescente: de copiloto a piloto
TEJER REDES CON PROPOSITO: CUANDO LAS MUJERES NOS VINCULAMOS, ALGO PODEROSO OCURRE

Como psicóloga clínica, he pasado gran parte de mi vida acompañando a otros. Escuchando, observando, conteniendo. Mi consulta se ha llenado de historias adolescentes, de madres y padres en busca de que respuestas, de vínculos que necesitan ser comprendidos y cuidados.Pero si algo he aprendido en estos años, es que no basta con sostener a otros si una no se deja sostener también.
Durante mucho tiempo pensé que bastaba con leer, trabajar duro y especializarme. Pero el verdadero crecimiento, el que transforma y no agota, vino cuando me atreví a vincularme desde la verdad, desde la necesidad, desde el deseo de construir con otras, no siempre siempre supe cómo hacerlo. Me tomó tiempo entender que construir redes no es acumular contactos, sino cultivar relaciones con sentido. Que no se trata de estar en todas partes, sino de estar presente con intención.
En ese camino, cofundamos la Fundación Yo Quiero Estar, una red de mujeres que creen que maternar, criar y cuidar no deben ser actos solitarios ni invisibilizados. Desde ahí, levantamos con mucha convicción un proyecto que hoy es ley: la Ley de Conciliación de la Vida Laboral, Familiar y Personal. Y seguimos trabajando como Fundación para visibilizar lo difícil que es conciliar la vida laboral y familiar pero siempre en busca de soluciones. No sacamos nada con solo mostrar esta realidad, hay que idear estrategias para lograr la conciliación.
Mi motivación? quienes son cuidados, los niños niñas y adolescentes que crecen solos porque esta es una sociedad donde los cuidados no se valoran,En este camino, tuve que aprender mucho. Tuve que meterme en el lenguaje que hablan los abogados, legisladores, el mundo de la política. Un mundo al que miraba de lejos y en el que nunca imaginé involucrarme. Pero entendí que para que las cosas cambien, hay que saber hablar diferentes idiomas , aunque una venga desde otra vereda.
He ido descubriendo, con humildad y con sorpresa, que cada vínculo valioso que he cultivado me ha permitido crecer. Accedí a oportunidades que no buscaba, aprendí cosas que no estaban en los libros, armé proyectos que jamás habría imaginado sola.Y lo más importante: fui viendo cómo otras mujeres también crecían a la par.He compartido herramientas, espacios, contactos y también he recibido apoyo en momentos clave. Porque de eso se trata: de ir abriendo la puerta un poco más para que otras también pasen.
¿Y cómo se hace?- Rodéate de mujeres que te den fuerza. Busca ejemplos y síguelos - Habla de tus ideas, incluso cuando aún no están del todo claras. El lenguaje crea realidades y es así!- Atrévete a tender la mano. Aunque no conozcas tanto. Aunque no estés segura.- Comparte lo que sabes. Escucha más de lo que explicas.
Y siempre pregunta cuando no sepas, solo así se aprende
Hoy sé que no estoy sola. Que hay una tribu que me sostiene. Que el éxito no se trata de competir, sino de entrelazar trayectorias.Porque cuando las mujeres nos vinculamos de verdad, no solo tejemos redes: tejemos futuro.
Yorumlar