CEO & Founder de BrechaCero
SE BUSCAN REFERENTES

De niña tuve la suerte de crecer en un hogar que jamás limitó mis sueños: podía hacer y ser quien yo quisiera, era la premisa que me hacía soñar en grande. Presidenta de Chile, ésa era una de las mayores aspiraciones que atravesó casi toda mi infancia (y no creo haber sido la única). Lamentablemente, no importaba cuán fuerte fuera el entusiasmo hogareño, la realidad fuera de esas cuatro paredes me decía a gritos que eso era imposible. En la adolescencia, la aspiración permanecía, pero oculta, secreta, como algo demasiado absurdo para ser mencionado en voz alta. Era ya una adulta de 24 años cuando la realidad cambiaba y se abría como una opción tangible. Quizá tarde para mí, que ya había arrancado esa ilusión “absurda” de mis alternativas, pero a tiempo para otras. Era 2006, y más allá de los tintes políticos, Michelle Bachelet se instaló como una referencia que les decía a las generaciones posteriores de niñas y jóvenes que la Presidencia de la República de Chile sí es alcanzable, independientemente del género. Un estudio de la revista Science en 2017 (y que cada vez que lo menciono destroza mi corazón) demostró que “entre los 6 y los 8 años, las niñas comienzan a verse como menos talentosas que los niños”, como ciudadanas de segunda categoría. ¿De quién es la culpa? –se preguntaron la revista y estudios posteriores– y la respuesta fue: la falta de referentes femeninos. Se trata de niñas mirando a su alrededor y no encontrando mujeres en quienes identificarse, en oposición a una cantidad abrumadora de hombres haciendo cosas importantes. Por suerte los tiempos han cambiado. Ahora soy bastante más adulta y veo con una alegría inmensa muchísimas más mujeres en cargos y espacios que mi “yo niña” jamás hubiese imaginado. Sin embargo, los tiempos no han cambiado lo suficiente como para modificar los resultados de estudios como los de la revista Science. Aún estamos con un déficit importante de referentes femeninos que permitan equiparar la cancha. Como mujeres adultas, estamos al debe con las niñas y adolescentes de hoy. Y no es que falte talento ¡en lo absoluto! Está lleno de mujeres haciendo cosas increíbles, pero ocultas, en las sombras, sin contarle a nadie sus logros, su historia, su visión de mundo… “Lo que no se comunica, no existe”, fue una de las primeras frases que me enseñaron al entrar a la escuela de periodismo. ¡Qué frase tan exagerada!, pensaba en ese entonces. Ahora se confirma cada día. La consultora Llorente y Cuenca quiso analizar la presencia de las mujeres en los medios de comunicación tradicional y se dio a la tarea de revisar las noticias de 12 países (entre ellos Chile) para ver cómo estaba representado el género femenino en estas plataformas que aún tienen una gran relevancia en la construcción de nuestra realidad social y cultural. Este exaustivo analisis derivó en un informe entregado en marzo de este año, cuyo título ya nos da luces de los pésimos resultados: “Mujeres sin nombre”. El reporte demuestra, entre otros detalles escabrosos para la equidad de género, que estamos infrarrepresentadas. Se publican 2,5 veces más noticias sobre hombres que sobre mujeres y, por lo tanto, existen mayores posibilidades de tenerlos a ellos como referentes. En ediciones anteriores, la misma consultora ya había demostrado que, infelizmente, en otros espacios que podrían parecer más “democráticos” como las redes sociales, la realidad a 2022, también es devastadora para el género femenino: las mujeres de negocios son menos citadas, con sólo un 25,7% de las referencias y, en la conversación digital, las empresarias casi no existen, apareciendo empresarias influyentes sólo en el 5,1%. Nuestro silencio nos invisibilizó… Y aunque no es nuestra culpa, pues son factores culturales, sociales e históricos los que nos hicieron creer que “calladitas nos vemos más bonitas”, sí es nuestra responsabilidad cambiar esa realidad ahora que se nos presenta cruda y fría. Esa es mi lucha: visibilizar el talento femenino con el poder de las comunicaciones, para que tengamos más mujeres siendo referentes de futuras mujeres. Pero, por sobre todo, es mi invitación. A que cada una ocupe el lugar que le corresponde, alzando su voz para inspirar y motivar, porque si cada una de las adultas de hoy se convierte en referente y logra influir en la vida de tan solo una niña que tal vez ni sabemos que nos está mirando, entonces nuestra misión se habrá cumplido y, lo mejor de todo: veremos los resultados en breve, reflejados en una sociedad más justa y equitativa. @danicomunicadora
תגובות