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Columna de ALBA CALZADA

Psicóloga, psicoterapeuta integradora, humanista.



MIEDO AL FRACASO ¿CÓMO GESTIONARLO?

El miedo al fracaso puede generarte muchos problemas a la hora de realizar cualquier tarea o actividad. Es probable que ante una situación nueva te sientas bloqueada y te cueste pasar a la acción, viéndote incapaz de tirar adelante tu proyecto y sintiéndote muy tensa y abrumada.


Este bloqueo está formado por las expectativas que crees que tienen los demás sobre ti, el perfeccionismo que te impones a ti misma y todas las cosas negativas que te imaginas que pueden pasar si fallas. Debido a todo esto, puedes sentir un gran miedo al fracaso.


Además, en la sociedad actual se le da mucha importancia y se premia el éxito. Piensa en tus redes sociales o en cenas con amigos, ¿verdad que la mayoría de personas muestran únicamente su faceta exitosa? De ahí la vergüenza o el miedo a un posible fracaso.


El miedo al fracaso y el perfeccionismo

Una persona perfeccionista suele ser muy estricta, metódica y crítica con ella misma. Siente la necesidad de tener éxito en todo lo que hace y se impone metas y objetivos muy elevados. Por este motivo, suelen vivir el fracaso con altos niveles de ansiedad.

Aunque pueda sorprenderte, bajo una persona perfeccionista hay una persona insegura que únicamente contempla dos opciones: éxito o fracaso. Es decir, les cuesta mucho ver los grises que hay entre estos dos conceptos. Por este motivo, tienden a tener hipótesis catastróficas sobre lo que puede pasar si fracasan.


Otra consecuencia del perfeccionismo es la cantidad de juicios internos y de críticas que se dicen a ellos mismos. No obstante, también existe un gran miedo a los juicios de los demás. El temido «qué dirán o qué pensarán». Por consiguiente, el miedo al fracaso aumenta.


Es importante conocer las propias limitaciones.

Como has observado, las personas exigentes y perfeccionistas no se plantean sus limitaciones, simplemente se obligan a conseguirlo. Por este motivo, es importante que seas consciente y aceptes tus propias limitaciones, esto implica verte de una forma objetiva y realista.

Es decir, conocer cuáles son tus recursos, la finalidad con la que realizas este proyecto, el tiempo del que dispones y cuál es tu área de mejora. Esto te va a permitir tomar distancia de tu faceta exigente y perfeccionista.


Vamos a verlo con un ejemplo: si quiero aprender a tocar el piano, tomo conciencia de que no tengo una gran facilidad por la música, además sólo dispongo de 1 hora cada 2 semanas para aprender. Además me doy cuenta de que mi finalidad es pasarlo bien. Esto me permite distanciarme de la idea de ser la próxima Mozart.


4 estrategias para gestionar el miedo al fracaso

A continuación te propongo 4 estrategias para que aprendas a gestionar tu miedo al fracaso. Es importante que te des un tiempo para hacer estos pequeños cambios, ya que seguramente llevas muchos años relacionándote contigo misma des de la exigencia y el perfeccionismo.


La curiosidad

La curiosidad puede ser un gran recurso para vencer el miedo a fracasar. Te invito a que dejes de lado la exigencia que te autoimpones así como tu necesidad de éxito y puedas ver ese proyecto des de la mirada de querer descubrir, investigar y aprender. La curiosidad siempre te va a servir como iniciativa y estrategia para vencer el miedo.


La autocompasión

Autocompadecerte no significa que te sientas víctima ni que tú misma te des pena. Significa tener una actitud empática hacia ti y querer cuidarte. Esta mirada amable ayuda a reducir los niveles de perfeccionismo ya que te aleja de tu voz crítica.


Acompañar la emoción

El miedo al fracaso seguro que te genera muchas reacciones corporales. Pueden ser desde la ansiedad a un miedo paralizante. Sea cual sea tu reacción corporal, es importante que la aceptes. No pretendas eliminarla rápidamente. La mejor estrategia es aliarte con tu síntoma, respirar la emoción y entenderla.


Pasar a la acción

Una vez has conectado con los 3 recursos anteriores estás preparada para poder pasar a la acción, aunque el miedo al fracaso persista. Hazlo igualmente con miedo. Éste puede ser tu nuevo lema.

El fracaso como oportunidad

Todo es cuestión de perspectiva: puedes ver el fracaso como un monstruo o como una oportunidad para aprender, crecer y progresar. Con cada fracaso te vas a hacer más fuerte, vas a ganar más madurez emocional y vas a ser una persona más resiliente.


Por este motivo, te invito a que puedas conectar con la otra cara positiva del fracaso. De esta forma, el miedo al fracaso dejará de asustarte y bloquearte. Por consiguiente, podrás pasar a la acción de forma más eficaz y con un estado de calma y seguridad.

Tal y como has podido observar, el miedo al fracaso está relacionado con muchos conceptos: el perfeccionismo, la exigencia, los juicios, la aceptación de las propias limitaciones, etc.


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