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Columna de ADRIANA REYES

Psicóloga, fundadora y directora del centro Psicoemocionat.



LAS EMOCIONES NEGATIVAS NO EXISTESN, TODAS SON NECESARIAS.

Hay diversas maneras de clasificar las emociones que muchas veces pueden llegar a crear confusiones y malentendidos. Aún hoy en día, muchas personas siguen pensando que hay emociones buenas o malas, emociones positivas o emociones negativas. Esta es una clasificación que conduce a errores y que emite un juicio hacia lo que sentimos. Además censura cierto tipo de sentimientos y emociones.


Por ejemplo, el enfado o el miedo son emociones que bien gestionadas nos ayudan a protegernos y defender nuestro espacio vital y que sin embargo, se clasifican como negativas. Es importante recordar que las emociones son positivas de por sí, lo único que hay negativo es cuando reprimimos las emociones en nuestro cuerpo. 


Todas las emociones son necesarias para tu crecimiento

Las emociones son respuestas psicofisiológicas que da nuestro cuerpo ante un estímulo real o imaginado. Imagina que entra un león en tu casa, ¿Cuál sería tu primera reacción? Seguramente, correr y ponerte a salvo, por tanto, el miedo es la emoción que en este caso entra en juego. Desde el paleolítico hemos tenido que usar las emociones para protegernos, y aún nos sirven para mantenernos en equilibrio. Nuestro organismo reacciona de la misma forma, tanto si el miedo es real o imaginado.


Por ejemplo, si tienes miedo a subir a un coche, sólo imaginarte ese miedo, ya vas a notar todas las sensaciones asociadas, temblores, ansiedad, palpitaciones, etc. Si no expresas tus emociones, se van a enquistar en el cuerpo, produciéndote diversas tensiones, o sensaciones desagradables. Es por eso, que a veces, podemos llamar a estas emociones, negativas.


No es agradable que si estás enfadado, sientas muchas tensión en la mandíbula. Pero, el enfado, al igual que el resto de emociones, nos ha servido a lo largo de toda nuestra evolución como especie, para poner límites y defender nuestros derechos. Imagina que no existiera el enfado,¿ qué pasaría cuando alguien vulnerara tus derechos? 

La confusión entre emociones desagradables y emociones negativas.


Las emociones pueden generar sensaciones placenteras, cuando nuestros pensamientos son positivos. Por ejemplo, me va a ir bien la reunión, soy capaz de afrontar el día de hoy. Este tipo de pensamientos provocan emociones más agradables de experimentar como: la alegría, la tranquilidad, el amor y la ternura. Una vez identificamos y sentimos estas emociones en nuestro cuerpo, este se ensancha y se expande. Es por eso, que muchas veces las podemos asociar con emociones positivas para nosotros, ya que nos hacen sentir mejor.


«Lo único negativo de las emociones es que las guardes dentro de tu cuerpo y que no las expreses».

En cambio, hay veces que podemos experimentar miedo, tristeza y enfado sintiéndonos tensos, angustiados o con ganas de llorar. A priori, estas sensaciones pueden parecernos desagradables, porque nuestro cuerpo se encoge y se contrae. Por eso muchas veces se les llama emociones “negativas” porque nos hacen sentir sensaciones que rechazamos.


Aquí es donde está la equivocación: que sea desagradable no quiere decir que sea negativo necesariamente. Este error de concepto lleva a que muchas personas piensen que tienen que evitar la tristeza, el miedo o el enfado. Cuando evitas por ejemplo, la tristeza, ésta se va haciendo cada vez más grande, y surge con más fuerza.


Imagina que se ha muerto tu perro, y aunque estás triste, no lo expresas ni compartes por vergüenza o miedo a sentirte vulnerable. Es entonces cuando la tristeza, va a llegar sin previo aviso y te va a golpear fuerte, un día tras otro hasta que la puedas expresar. Piensa que todo lo que está fuera ya no se queda dentro. Es necesario que te expreses para que puedas dar paso a otro tipo de emociones más agradables.


Cada emoción que sentimos nos transmite un mensaje que hemos de descifrar.

 

El enfado, el miedo, y la tristeza no son emociones negativas, al revés cumplen una función necesaria para nuestra vida. El enfado nos ayuda a poner limites, reafirmarnos y poder expresar nuestras necesidades con fuerza. El miedo protege nuestra integridad física de posibles ataques o amenazas. La tristeza nos ayuda a aceptar las pérdidas, es una emoción que nos invita a la reflexión y el recogimiento para luego poder ir al encuentro del otro, con energía renovada.


Buscar la intención de que estas emociones estén en nuestra vida en este momento va a ser necesario para descifrar el mensaje de las emociones. Por ejemplo, ¿Para qué estás sintiendo ansiedad? ¿Qué mensaje te quiere transmitir tu cuerpo? Quizá que pares un poco de trabajar tanto, o que revises lo que estás haciendo que puede ser que no quieras realizar en realidad.


El por qué llegan las emociones a tu vida es un misterio a resolver. Si identificas la intención positiva de cada emoción vas a poder gestionarlas con mayor rapidez. Imagina a una chica que tiene tiene muchos episodios de enfado continuo con su pareja que le impiden hacer su vida con normalidad. Tiene un trabajo que no le gusta, y además sus compañeros le hacen la vida imposible.


SI explora su interior, y busca el para qué de su enfado, puede ver que en realidad su enfado le sirve para poner un límite a esto que no le está sentando bien en su vida. Este enfado, también le sirve para alejar las malas influencias. 


Todo depende de la intensidad con la que expreses tus emociones.


Depende con qué intensidad expreses tu enfado, éste puede resultar desagradable para ti y para la gente que te rodea. Por eso, es importante que encuentres el cómo expresar tus emociones. Que utilices un termómetro emocional que te ayude a ir gestionando lo que te pasa. Si el miedo que sientes es desproporcionado va a ser dañino para ti, porque te va a impedir hacer lo que realmente quieres. Aún así, puedes aprender a realizar tus actividades con miedo, y verás entonces que se va haciendo pequeño.

No hay emociones negativas. Lo único negativo de las emociones es que las guardes dentro de tu cuerpo y que no las expreses. Es contraproducente cuando reprimimos nuestras emociones y no atendemos a los mensajes que quieren transmitirnos. La clave va a ser que aprendas a gestionarlas para que no te resulten tan desagradables. Para ello, puedes utilizar tu respiración, aceptar las emociones tal cómo vienen y darte cuenta de cuál es el mensaje de estas emociones desagradables que llegan a tu vida.


https://www.psicoemocionat.com/las-emociones-negativas-no-existen/

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