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Columna ANDREA LLINÁS

Durante 10 años fue instructora de la Escuela de Kai Woman donde apoyó a cientos de mujeres a reencontrarse con su energía femenina, habiendo dictado más de 38 seminarios en Colombia y México.

En el 2015 desde que formó su familia y nació su hija, migró hacia lo digital y creó su propia marca Daraki Coach donde ha realizado más de 580 Consultas personalizadas y sesiones de Coaching a mujeres en todo el mundo. Es creadora de los cursos online "Moon Magic" y "Mapa de sueños y ley de atracción". Sus sesiones de coaching y mentoría se enfocan en apoyar a la mujer a que desarrollen una autoestima sana, aprendan los principios de la inteligencia emocional y se conecten con su feminidad.


¿QUÉ TAN RESILENTE ERES?

La resiliencia es esa capacidad en que los seres humanos tienen para superar circunstancias difíciles por ejemplo una crisis, un duelo o algún trauma.[1] El año pasado fue una palabra de moda gracias a la pandemia ya que todos tuvimos que adaptarnos a nuevas circunstancias que nos trajo la nueva normalidad. Además, se convirtió en una de las habilidades más apetecidas en el ámbito laboral así que casi que se ha convertido en un “deber ser” de todo profesional. Entonces, la gran pregunta es ¿cómo podemos aprender a ser resilientes?


En el 2020 muchos empezaron a odiar esa palabra, pues psicólogos y expertos hablaban de aprender a adaptarse y aceptar la realidad, pero es fácil hablar de ello en interminables videoconferencias y otra cosa muy diferente atravesar por el proceso de adaptación y aceptación.


Si, la resiliencia implica aceptar lo que está sucediendo al frente y dentro de nosotros; aceptar nuestra vida, la muerte de un ser querido o aceptar una crisis económica y eso no es nada fácil. La aceptación no se hace de un día para otro, toma su tiempo y ese tiempo no depende de que tan rápida eres para decir “todo está bien sigo adelante” sino en tu capacidad para aceptar que lo que te está sucediendo te está afectando.


La resiliencia, como bien indica su definición; “es la capacidad de superar circunstancias difíciles” y eso significa que debemos atravesar todas las emociones negativas que surgen en nosotras a raíz de esas circunstancias difíciles. Por ende, no podemos escapar a la rabia, la tristeza o el miedo, pues la primera etapa de la resiliencia es aprender a vivir esas emociones para poderlas comprender y así aprender de ellas.


Como seres humanos debemos ejercitarnos en atravesar el dolor de una muerte y permitirnos que las lágrimas se escurran, experimentar la rabia cuando las cosas no salen como queremos y estar atentas al miedo cuando nos enfrentamos a situaciones nuevas y desconocidas. Es parte de la vida, nadie escapa a estos procesos, la que los atraviesa se vuelve resiliente, la que no simplemente y las acumula.


¿Cuantas veces durante del último año te resististe al cambio, te negaste la posibilidad de llorar, o de expresar tu rabia y descontento? Si tu respuesta a esta pregunta es más de una vez, es momento que te entregues y te abras a esas emociones, que te permitas sentirlas para que fluyan a través de ti y te ayuden a sanar y comprender mejor la situación.


Recuerda, la resiliencia no es no llorar o no tener rabia, no consiste en evitar sentir todas esas emociones negativas, sino aprender a utilizar esas emociones como fuente de conocimiento interior para comprendernos y salir triunfantes de las situaciones difíciles.

[1] Oxford Languages

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