Directora Ejecutiva Fundación Kodea
MUJERES EN EL FUTURO: ¿PARA Y POR QUÉ CAPACITARNOS?
Según el estudio ¿los robots realmente nos robarán nuestros trabajos?, desarrollado por PwCque analiza el mercado laboral de 27 países de la OCDE, incluyendo a Rusia y Singapur, en el 2020 el 21% de los puestos de trabajo se automatizarán y el 2030 la cifra se eleva al 34%.
Esta automatización del trabajo se produce en tres etapas. Actualmente, estamos en la primera que alcanza labores sencillas; luego viene la automatización aumentada y, finalmente la fase autónoma, que se ocupa de los empleos altamente rutinarios, pero también de labores manuales y resolución de problemas en tiempo real. Chile, sigue ese mismo comportamiento, cuyo desafío es enfrentar la automatización al 2030 de un 27% de los empleos; donde manufactura y construcción serán los más impactados.
En nuestro país, el 30 % de las mujeres trabaja en la industria de servicios, empleos que son extensivos a su trabajo en la casa; tienen baja percepción social y baja remuneración. Además el 1,3% se desenvuelve en la construcción y el 8,5% en manufactura. Todas ellas son susceptibles de ser reemplazadas por la inteligencia artificial en poco tiempo.
Antes que esto pase; la capacitación es una oportunidad real para que las mujeres puedan sumarse a esta oleada de cambios y una solución para las empresas chilenas que están en procesos de transformación digital, buscando desesperadamente atraer y contratar capital humano especializado.
En Chile, hemos desarrollado desde hace tres años programas de reconversión laboral para mujeres con foco en tecnología, a través de entrenamientos cortos de no más de seis meses. Sus resultados evidencian una alta tasa de empleabilidad, acceso a mejores rentas, flexibilidad laboral y autoempleo; desarrollar la creatividad, entre otros beneficios.
Los testimonios de las empresas que reciben a estas mujeres coinciden en que ellas destacan por su empatía, trabajo en equipo, influencia, orientación al logro, planificación y por desarrollar las habilidades técnicas necesarias o adicionales para un cargo con mayor rapidez.
La contienda es desigual en la automatización, pero las mujeres nunca hemos arriado nuestras banderas… Si la participación de las mujeres en la industria tecnológica alcanza ahora apenas el 5%; no podemos esperar al 2030 para actuar. La reconversión laboral femenina, para una fuerza de trabajo que está en riesgo real de ser automatizada, es un futuro que ya llegó para nosotras.
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